Principales aspectos del estudio ambiental del proyecto de Can Busquets
Estudio ambiental llevado a cabo por una empresa externa y presentado a los diferentes organismos competentes de la Generalitat de Catalunya para su estudio.
Desde septiembre de 2022
Zona de Can Busquets
El 0,37% del término municipal
Con una potencia pico de 4,6 MWp
Equivalente al consumo de 2.000 hogares
El que emiten 500 coches de combustión/año
Proximidad a los puntos de consumo
Porque es cercano a los puntos de consumo y eso permite reducir infraestructuras con un fuerte impacto visual y ambiental y que, siempre, son necesarias para hacer llegar la energía en los hogares y empresas. Hablamos de cables aéreos y de torres.
Proximidad a los puntos de conexión
Porque está cerca del punto de conexión, que es la Subestación de la Ametlla. Así, se aprovechan tanto la infraestructura eléctrica existente, como los accesos que ya comunican con la Subestación y no hacen falta más obras, ni más infraestructuras.
Clasificación del terreno
Porque el terreno está catalogado como Clase III. Esto significa que es de bajo valor agrológico y, por lo tanto el impacto de la instalación no altera la actividad agrícola de la zona. De hecho, solamente ocupa un 0.37% del término municipal.
Impacto de la instalación
Porque, por su ubicación, la zona queda comprendida detrás de una importante masa arbórea de árboles plataneros que, en forma de barrera vegetal natural, esconderán la instalación de los principales puntos de observación. Esta masa arbórea, así como las que se encuentran en el interior de los terrenos, serán conservadas y cuidadas.
Zona ubicada
Porque está muy cerca de un polígono industrial. Es decir, una zona donde ya existe una fuerte presencia de actividad humana, lo que se conoce como zona antropizada.
Ubicación de los paneles
Adaptaremos las hileras de paneles a los límites de las parcelas y caminos existentes con el fin de no afectar la matriz parcelaria ni la biofísica de la zona. Esto significa que tendremos en cuenta que es una zona donde los terrenos hacen como un tipo de «terrazas» y las respetaremos todas.
Vegetación del terreno
Colocaremos una cobertura vegetal sobre el terreno donde instalaremos los paneles. Para hacerlo posible, apostaremos por una siembra con una mezcla de especias propias de la zona que potenciaran la floración continua durante todo el año, teniendo en cuenta obviamente las necesidades de riego, posibles restricciones, etc.
Adaptación en el entorno
Instalaremos estructuras con bloques de madera y otros materiales adaptados que sirvan para que el avifauna propia de la zona pueda anidar. O bien para que sirvan de «hotel» a los insectos u otros invertebrados autóctonos. Y es que los paneles que tenemos previsto instalar son antireflejantes y hacen compatible la actividad de la planta con los hábitos de vida de las aves.
Vías de acceso
Los caminos de mantenimiento se dejarán sin asfaltar, para favorecer las especies que utilizan zonas de suelo desnudo compactado para anidar bajo tierra.
Estudio ambiental llevado a cabo por una empresa externa y presentado a los diferentes organismos competentes de la Generalitat de Catalunya para su estudio.
El índice de biodiversidad, es un valor cualitativo que tiene en cuenta ocho tipologías de índice de flora, fauna y hábitats de interés para la conservación, y determina la cantidad y valor de las diferentes especies que se pueden encontrar en un ecosistema en concreto. Por tanto, cuanto más especies diferentes existan en un lugar, más elevado será este índice.
Las líneas negras determinan los límites de la planta fotovoltaica. En el caso del proyecto de Can Busquets, la planta se ubicará en una zona de biodiversidad media (color verde claro), debido principalmente a la proximidad con el torrente de Can Busquets y bosques mediterráneos.
La planta fotovoltaica se instalará únicamente en los terrenos agrícolas de Clase III, por lo que no tendrá ningún impacto en los bosques ni entorno al torrent, donde no hay ninguna actuación prevista. Además, la previsión de implantar una cubierta vegetal en el suelo, formada por plantas autóctonas que favorezcan la llegada de insectos polinizadores, ayudará a conservar o incluso a fomentar la biodiversidad propia de la zona.
El índice de conectividad ecológica es un valor numérico, que comprende del 1 al 14, que determina, según el tamaño y la distancia de los diferentes hábitats cercanos, la calidad del medio natural para permitir el movimiento y la dispersión de los organismos que viven. Por tanto, un medio con elevada capacidad de movimiento de especies a hábitats afines tendrá una puntuación cercana a 14.
Las líneas negras determinan los límites de la planta fotovoltaica. En el caso del proyecto de Can Busquets, la planta se ubicará en una zona de conectividad faunística media-baja (4-7 sobre 14). La actividad agrícola presente en la zona y la proximidad a los núcleos de población ha reducido notoriamente la presencia de animales.
Con la implementación de la cubierta vegetal en el suelo y la instalación de un cierre cinegético y ecológico se atraerá y se permitirá el paso de fauna pequeña y mediana. Esto favorece la presencia de animales y recuperar equilibrio similar al que existía antes de la actividad agrícola, con un entorno más naturalizado.
El índice de sensibilidad ambiental es el resultado de la aplicación del modelo de zonificación ambiental para la implantación de energías renovables del Ministerio de Transición Ecológica. Se trata de un indicador que puede tomar cinco valores cualitativos de sensibilidad: baja, moderada, alta, muy alta y máxima. Desde el Ministerio se recomienda que este tipo de proyectos se sitúen en zonas de baja sensibilidad o moderada. Este índice puede consultarse en el Geoportal (Tabla de Contenidos>Calidad y Evaluación Ambiental>Evaluación Ambiental), herramienta creada por el propio Ministerio.
Las líneas negras determinan los límites de la planta fotovoltaica. En el caso del proyecto de Can Busquets, la planta se ubicará en una zona de sensibilidad ambiental baja-moderada.
Este índice, diseñado por el Obervatorio del paisaje de Catalunya, realiza un análisis de las cuencas visuales del territorio catalán, mediante diferentes indicadores basados en los catálogos del paisaje. Este índice clasifica el territorio según su grado de calidad estética entre 7 categorías, las cuales van des de muy bajo a muy alto.
Las líneas negras determinan los límites de la planta fotovoltaica. En el caso del proyecto de Can Busquets, la planta se situará en una zona de calidad estética del paisaje muy baja, principalmente por su proximidad al núcleo urbano de La Garriba y al polígono industrial de Congost.