El índice de biodiversidad es un valor cualitativo que tiene en cuenta ocho tipos de índice de flora, fauna y habitantes de interés para la conservación. Determina la cantidad y valor de las diferentes especies que se pueden encontrar en un ecosistema en concreto. Por lo tanto, cuanto más especies diferentes existan en un índice, más elevado será este índice.

Las líneas de color negro determinan los límites de la planta fotovoltaica de El Catllar. Como se puede ver, la planta estará situada en una zona catalogada de biodiversidad baja (color naranja). La explotación agrícola del terreno y la proximidad con la actividad del ser humano ya han limitado bastante la presencia de diferentes especies.

La implementacion de una cubierta vegetal al suelo, formada por especias propias de la zona, favorecerá la llegada de insectos polinizadores. Una actividad que fomenta la biodiversidad de la zona.

El índice de conectividad ecológica es un valor numérico, comprendido entre 1 y 14, que determina según la medida y la distancia de los diferentes hábitos próximos, la calidad del medio natural, para permitir el movimiento y la dispersión de los organismos los cuales viven. Podemos decir que un medio con elevada capacidad de movimiento de especies a hábitats afines tendrá una puntuación próxima a 14.

Las lineas negras determinan los límites de la planta fotovoltaica. En el caso del proyecto de El Catllar, la planta estará ubicada en una zona de conectividad faunística baja (4-6 sobre 14). Esta valoración es el resultado de la proximidad con edificaciones aisladas y de las urbanizaciones y de las vías del tren de alta velocidad.

Al incorporar una nueva cubierta vegetal sobre el suelo donde estarán los paneles, junto con la instalación de un cierre cinegético y ecológico permiten y atraen el paso de pequeña y media fauna, y esto ayuda a recuperar la presencia de animales.

El índice de sensibilidad ambiental es el resultado de la aplicación del modelo de zonificación ambiental para la implantación de energías renovables del Ministerio para la Transición Ecológica. Se trata de un indicador que puede devolver cinco valores cualitativos de sensibilidad: baja, moderada, alta, muy alta y máxima. Desde el Ministerio se recomienda que este tipo de proyectos se sitúen en zonas de sensibilidad baja o moderada. Este índice puede consultarse en el Geoportal (Tabla de Contenidos > Calidad y Evaluación Ambiental > Evaluación Ambiental), herramienta creada por el propio Ministerio.

Las líneas negras determinan los límites de la planta fotovoltaica de El Catllar. Como se puede ver, la planta se situará en una zona de sensibilidad ambiental baja.