Aspectos más relevantes del estudio ambiental del proyecto de Samalús
Este estudio ha sido elaborado por una empresa externa y se ha presentado a los diferentes organismos competentes de la Generalitat de Catalunya.
Desde octubre de 2024
Cànoves i Samalús
El 0,13% del término municipal
Con una potencia pico de 2,4 MWp
Equivalente al consumo de 1.100 hogares
Lo que emiten 242 coches de combustión/año
Proximidad a los puntos de consumo
Porque es próximo a los puntos de consumo y por esto permite reducir infraestructuras con un fuerte impacto visual y ambiental y que, siempre, son necesarias para hacer llegar la energía a los hogares y a las empresas. Hablamos de cables aéreos y torres.
Zona accesible
Porque ya tiene hechos los accesos a la zona, tanto por carretera como por caminos, y se pueden aprovechar sin que haga falta hacer nuevas vías.
Clasificación del terreno
Porque el terreno está catalogado como de de Clase III. Esto significa que, aunque se pueda cultivar, es de bajo valor agrológico. Además, daas sus reducidas dimensiones, un 0,37% del término municipal, la instalación no altera la actividad agrícola de la zona.
Menor impacto visual de la instalación
Porque los terrenos están rodeados de una masa arbórea continua y espesa que se conservará y de la que se tendrá cuidado y que, a la vez, ayudará a reducir el impacto visual de la instalación des del núcleo de la población.
Adaptación en el entorno
La implementación de un cierre cinegético y ecológico, que consiste en una tela metálica, que permite siempre el paso de la pequeña y mediana fauna autóctona, que se podrá seguir desplazando fácilmente.
Vegetación del terreno
La implementación de una cubierta vegetal en el suelo, formada por plantas autóctonas, que favorezca la llegada de insectos polinizadores y disminuyan la erosión del suelo.
Convivencia con invertebrados y aves
Instalaremos elementos adicionales, destinados a potenciar la presencia de fauna, como por ejemplo hoteles para insectos polinizadores y cajas nido para pequeños pájaros, entre otros, y siempre respetando la fauna propia de la zona.
Este estudio ha sido elaborado por una empresa externa y se ha presentado a los diferentes organismos competentes de la Generalitat de Catalunya.
El índice de biodiversidad, es un valor cualitativo que tiene en cuenta ocho tipologías de índice de flora, fauna y hábitats de interés por la conservación, y determina la cantidad y valor de las diferentes especies que se pueden encontrar en un ecosistema en concreto. Por tanto, cuanto más especies diferentes existan en un lugar, más elevado será este índice.
Las líneas negras determinan los límites de la planta fotovoltaica. En el caso del proyecto de Samalús, la planta se ubicará en una zona de biodiversidad media (color verde claro), debido principalmente a la proximidad con la riera de Samalús y bosques mediterráneos.
La planta fotovoltaica se instalará en los terrenos agrícolas de Calse III que se muestran en los planos. Esto significa que, en ningún caso, se actuará ni sobre los bosques ni alrededor del torrente.
El índice de conectividad ecológica es un valor numérico, que comprende del 1 al 14, y que determina, según el tamaño y la distancia de los diferentes hábitats cercanos, la calidad del medio natural para permitir el movimiento y la dispersión de los organismos que viven allí. Por tanto, un medio con elevada capacidad de movimiento de especies a hábitats afines tendrá una puntuación cercana a 14.
Las líneas negras determinan los límites de la planta fotovoltaica. En el caso del proyecto de Samalús, la planta se ubicará en una zona de conectividad faunística baja (4 sobre 14), ya que la actividad agrícola presente en la zona ha hecho reducir la presencia de animales, que utilizan estos terrenos agrícolas como en zonas de paso, caza y/o refugio.
Con la implementación de la cubierta vegetal en el suelo y la instalación de un cierre cinegético y ecológico se atraerá y se permitirá el paso de fauna pequeña y mediana. Esto permitirá recuperar la presencia de animales y, de esta forma, volver a un estado similar al que existía previo a la actividad agrícola, con un entorno más naturalizado.
El índice de sensibilidad ambiental es el resultado de la aplicación del modelo de zonificación ambiental para la implantación de energías renovables del Ministerio de Transición Ecológica. Se trata de un indicador que puede tomar cinco valores cualitativos de sensibilidad: baja, moderada, alta, muy alta y máxima. Desde el Ministerio se recomienda que este tipo de proyectos se sitúen en zonas de baja sensibilidad o moderada. Este índice puede consultarse en el Geoportal (Tabla de Contenidos>Calidad y Evaluación Ambiental>Evaluación Ambiental), herramienta creada por el propio Ministerio.
Las líneas negras determinan los límites de la planta fotovoltaica. En el caso del proyecto de Samalús, la planta se ubicará en una zona de sensibilidad ambiental baja-moderada. La zona calificada con sensibilidad máxima, correspondiente al torrente de Alguer, y quedará al margen de la instalación.